viernes, 2 de julio de 2010

MYSTERIUM MAGNUM

Desde los tiempos más remotos las estalactitas y las estalagmitas se han considerado elementos que aumentaban la sacralidad de una gruta. Recurriendo a palabras de una fantasía elemental y de fácil estímulo, se dieron nombres antropomorfos, teomorfos o teriomorfos a las formaciones que más excitaban la imaginación. Las estalagtitas de formas singularmente impresionantes se aislaban del resto y a veces ponían en su base un altar o bancos labrados en la misma roca. Se ensanchaba o transformaba la entrada natural, de modo que para llegar a la parte de la gruta que se consideraba más segrada, al más recóndito reducto, habia que recorrer un itinerario determinado. O, en su defecto, se ocultaba la entrada. En resumidads cuentas, el lugar era adaptado de un modo u otro para aumentar su cariz de tremendum de mysterium magnum.